Por fin sucedió. Llevábamos esperando cerca de un mes pero al final todo llega. Hoy ha sucedido. Muchos de nosotros hemos conseguido conocer «El Tossal» y, además, pasarlo bien con los papis conocidos y desconocidos. O quizás ha sido al revés, hemos disfrutado de nuestra mutua compañía y de paso hemos conocido «El Tossal». Da igual, en este caso el orden de los factores no altera el producto. It was a Beautiful day.
Por la mañana más puntuales no se podía ser, a las 10h estaban saliendo los tres autobuses en dirección a su destino. Padres, madres, niños y niñas iban de excursión. Todo en orden. En 50 minutos, los autobuses habían superado la sinuosa carretera de ascenso a «El Tossal» y estaban aparcando en la zona preparada para ello. Los niños bajaban ilusionados y tirando de la mano de sus padres para enseñarles como era aquello que habían contado en algunas ocasiones, era una de esas ocasiones en las que nuestros hijos nos pueden enseñar algo que no conocíamos y eso se veía en sus caras.
Pablo Velasco, el anfitrión encargado de aquello, nos informó sobre el planning del día e incluso nos facilitó una hoja informativa con el horario y un pequeño plano de las instalaciones para que nadie se perdiera. La instrucción principal era que nadie se debía preocupar de sus hijos hasta la hora de comer, así que a disfrutar de todo aquello. Todo parecía que iba a ser fácil.
Nos sacaron el almuerzo. Aquí hay que decir que hubo unos papis y mamis que nos sorprendieron trayendo un almuerzo complementario: tortilla de patata (hecha con 5kg de patata), tortas de tomate, pastel de pescado, ajo aceite, picoteo,.. ¡hum! Nos dejaron probar a todos. Estaba todo buenísimo.
Una vez almorzados los nenes a jugar y los padres a relajarse. Los nenes se dividieron en dos grupos: el equipo Tesoro (6 años y menos) y el equipo Aventura (más de 6 años). Unos con juegos varios en el campo de fútbol y los otros a tirarse por la tirolina o a hacer rappel. La tirolina, igual que el rappel, empezaba desde un tercer piso (ver vídeos). El bar instalado hacía su papel. El tiempo acompañaba, solecito y cerveza/refresco amenizada con música variada.
Una vez se cumplió la hora de comer les tocaba descansar a los monitores y trabajar a algunos padres/madres con sus hijos. La paella les esperaba y había que vigilarles. Las fotos nos muestran como se han organizado.
Tras comer los nenes les tocó a los mayores, ellos volvían a jugar. Una buena paella realizada allí mismo, acompañada de un buen vino, nos ha saciado el hambre. Creo que todos han disfrutado. Las fotos lo atestiguan.
Ahora, llegó el mejor momento del día. Estómago lleno y momento de relax y conversación. Quien quería podía tomarse un gintonic (o dos), whisky o ron. El reloj nos daba la mala noticia, en el mejor momento del día, cuando muchos conocían a otros que no conocían, cuando mejor se estaba nos dábamos cuenta que había que merendar e irse. Uffff. Suplicábamos 15 minutos más al genio de la lámpara que una vez concedidos nos sabían a gloria.
Todo llegaba a su fin, que pena. Ya sabemos que para la próxima vez hay que alargar una hora más. De todo se aprende. Merienda y a los autobuses. Igual que en la Gran Vía, todos, de una manera ordenada, se subían a los autobuses, no sin antes inmortalizar con una foto al gran grupo que hoy ha visitado «El Tossal».
Como dice la canción Beautiful day de U2: it was a beautiful day / dont let it get away (Era un bonito día / no dejes que se vaya). No lo hemos podido evitar y se nos ha ido pero volveremos, ¿verdad que sí?
Texto Tono Mestre
Las fotos salen del final al principio. Ufff. Lo dejamos así.
Mihaela-Ica dice
Muchisimas gracias ha todos. Ha sido un día especial muy divertida tanto para niños como para los papas. Cuando queráis repetimos. Un besaso.
Isabel dice
Muchas gracias. Un dia fantastico. Muy buena organizacion. Un diez para los monitores . Mi hijo ya pregunta que cuando volvemos. Nos gustan estas iniciativas asi nos vamos conociendo