Al llegar al Tossal nos convertimos, sin saber muy bien cómo, en trogloditas. Almorzamos y nos fuimos a la piscina para disfrutar de unos refrescantes juegos acuáticos. Tras una reconfortante comilona empezamos a construir nuestras cabañas. Por la tarde hicimos juegos donde nos manchamos un montón; en vez de niños parecíamos salvajes!! Después de recibir un manguerazo volvimos a la piscina. Tras la ducha empezamos a cenar…..eso si…. con las manos, ¡¡como auténticos hombres de la prehistoria!!
Con el buche lleno nos convertimos en mamuts y nuestros profesores en hombres de las cavernas . Los buscamos por todo el recinto y nos vengamos por comerse a miembros de nuestra manada.
Y después, a dormir como campeones!!